domingo, 21 de marzo de 2010

Poniéndose un sombrero


Ponerse un sombrero físico ímplica un rol determinado, como parte de un uniforme.
Un militar tiene su propio sombrero, un policía no impone tanto respeto sin el suyo, un cocinero tiene el suyo propio para la cocina, etc. Sería estupendo tener un sombrero propio para el pensamiento, que indicara a los demás que estamos pensando.

La imagen de un verdadero sombrero para pensar nos lleva al estado mental relajado y despreocupado imprescindible para que los pensamientos surgan y no sean tan solo una reacción ante una situación.

Al tener un sombrero para pensar, nos lo podremos poner cuando queramos, deliberadamente.

[Imagen: http://nauticacoaching.com.ararticulosla-creatividad-como-rumbo 23/03/2010]

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